“A veces, las cosas pueden ser tan extrañas…” pensaba, mientras miraba a todo mi alrededor.
Algo que escribí hace 2 años para un proyecto escolar
Mi nombre es Zâika, y esta es la rara historia que cuenta lo que un día cambio mi manera de pensar.
Esto fue hace mucho tiempo, fue en el año 2027, han pasado, 25 años desde entonces.
Me encontraba en un vacío, o al menos eso creía que era, me sentía observada, todo era de un color violeta, en algunos lugares más oscuro hasta volverse negro.
Todo era como en el mundo real, como el mundo que era en el pasado, había un parque, había pasto, árboles e incluso bancas para sentarse, era un hermoso paisaje, (alguna vez deseé regresar allí, pero no sabía como) pero lo único raro era que yo estaba sola y que todo era de ese singular color violeta, con puntos blancos, como estrellas diminutas.
Estaba parada en el pasto, me pregunté si las texturas eran iguales o que pasaría si tocaba algo, entonces lo toqué, su textura era como tocar el agua, aún puedo recordarla, fue una sensación única, intenté arrancar algunos pedazos, pero era como si intentara arrancar un pedazo de agua que cayera de una llave.
No sabía en donde estaba (y hasta ahora no lo sé) me preguntaba cómo había llegado allí, hice enormes esfuerzos para recordar cómo, pero no pude, entonces corrí de un lado a otro, no había una pared que me detuviera, entonces, me senté debajo de lo que parecía era un árbol entonces, los recuerdos llegaron a mi mente:
Estaba en un café, de esos, que han trascendido años, sólo que ahora, únicamente, sacaban polvo de una pequeña bolsa, y lo metían al microondas.
Estaba divirtiéndome con varios amigos, como en los viejos tiempos, después nos despedimos, hicimos unas cuantas bromas y salimos de ese lugar, éramos 6, 3 se fueron por su lado, y yo continué caminando, con mis 2 mejores amigas (era raro que camináramos, pues generalmente el sol quema tan fuerte que necesitas ir en auto para que el sol no llegue tan fuerte, pero ese día la temperatura era muy baja, estábamos solo a 35º).
Fuimos a una calle muy cerrada entonces, nos despedimos de Melany, ella se metió a su casa, mientras Emily y yo continuábamos con nuestro camino, no recuerdo muy bien lo qué paso después, pero según mi mente, me sentí perseguida, Emily y yo corrimos, alguien estaba lanzando algo como globos, o algo muy pesado, pero suave, doblamos hacia la derecha, y entonces se escuchó una explosión, aún recuerdo el fuego y humo, sentía que me elevaba, y después descendía, solo esperaba sentir un gran golpe, tal vez morir, pero no fue así, caí al piso, pero no sentí nada, entonces estaba en este vacío desesperada por salir y saber lo que pasó, y entonces estaba debajo de ese árbol singular, tal vez el más bello que halla visto en toda mi vida.
Entonces corrí de nuevo de un lado hacia otro y choqué con una pared.
- ¡Ouch! - dijo una voz
- ¿Quién está allí? – grité asustada
- Yo, ¿quien más? Me acabas de golpear - dijo la voz
- ¿Quien eres y en dónde estás?- pregunté
- Soy la pared, aquella que nadie nota y todo lo ve- dijo ella
- ¿Cómo salgo de aquí?- pregunté
- No lo se, sólo las vacas saben…
De repente la pared se desvaneció y se derritió como el agua que cae de una cascada.
Entonces me pregunté “¿Las vacas qué van a saber?” seguí caminando y me encontré con un lago, me asomé y ví mi reflejo, era mi cara reflejada en el agua, pero entonces se desvaneció, se mezcló e hizo una figura horrible e inexplicable, pero en menos de 5 segundos, volvió a su figura normal, y había algo que me incitaba a entrar en ese lago, como una voz dulce que me llamaba, seguí mis instintos y entré, entonces me sentí succionada, por alguna fuerza, y caí de nuevo en pasto, al lado mío, 2 vacas, entonces me animé a preguntarles como salir.
- ¿Sabes como salir de aquí? - pregunté, entonces una de las vacas corrió muy lejos hasta desvanecerse en el reflejo del sol , entonces la otra vaca me respondió con una voz seria
- Revive los últimos 2 minutos que pasaste antes de llegar aquí.
Después soltó una ligera risa y corrió hacia donde la otra vaca había ido.
Le creí a la vaca y corrí de un lado hacia otro, salté, y sentía que caía desde algo muy alto y después caí en el pavimento de la calle, eso dolió un poco, pero fue soportable.
Me sorprendí de saber que estaba en el mundo real, di un suspiro de alivio, y entonces me percaté de que nunca sabría a donde llegué ni como llegue allí, aún no lo se.
Y me llego la idea de que tal vez la vida era solo un sueño, o ilusión, pero aunque fuera eso, la tenía que disfrutar.