Que esa que atrapaba tu mirada, era yo, que esa que te quitaba horas de sueño, esa que te robaba el pensamiento, esa que te hacía sonreír, era yo.
Y buscabas mi silueta entre le multitud borrosa, gritabas mi nombre con tu frenesí característico, gestos de desesperación te retrataban.
Encontrabas mi mano, la tomabas, siempre encajamos tan perfectamente, tu respiración se tranquilizaba mientras me abrazabas, olías mi cabello, me decías lo hermosa que estaba, tocabas mi piel y mi cara, me tomabas entre tus manos, me confesaste que querías abrazarme tan fuerte como para nunca dejarme ir, pero no querías hacerlo por miedo a romperme, cual muñeca de porcelana.
Pasamos la tarde juntos, recorrías mi cuerpo con tus manos, y en cada milímetro impregnado de ti, encontraba un pedazo de paraíso, y tu serías mi harem, me tocabas, me besabas, nuestros cuerpos, tan juntos, tan humanos, nuestros labios acariciándose creando una tensión casi erótica, besos nerviosos, besos que se incendiaban y volvían a nacer, estos cuerpos que encajaban tan bien, pero nunca se trato de un placer carnal, nunca fue la prioridad nuestro placer físico, siempre fue el inmenso amor que nos teníamos, un amor inhumano que sólo este tipo de seres puede sentir, un amor imposible de expresar, un amor que llenó nuestras vidas. Un amor que jamás sentiste.
Hoy soñé que me querías, me amabas, me besabas, jamás me dejabas ir. Soñé, porque nunca fue así.
Guess I thought I'd have to change the world to make you see me,
To be the one.
I could have run forever,
But how for would I have come
Without mourning your love?